Las Bahamas cuentan con algunas de las playas más impresionantes del Caribe, además de una cultura vibrante y una población local hospitalaria.
A pesar de ser uno de los principales destinos vacacionales del mundo, hay varias joyas ocultas que esperan a ser descubiertas por quienes se atrevan a aventurarse fuera de los caminos trillados.
Siga leyendo para descubrir siete de los secretos mejor guardados de las Bahamas.
Playa del Trópico de Cáncer
Este impresionante lugar cuenta con una playa de arena blanca y aguas tranquilas que le recordarán a un estanque apacible.
Situada precisamente en la línea de latitud del Trópico de Cáncer, que delimita los trópicos de los subtrópicos, esta playa luce esta marca geográfica en el pavimento al final de las escaleras que llevan a la orilla.
Al no disponer de servicios, se aconseja a los visitantes que lleven toallas, comida y agua para disfrutar de unas horas. No estará solo, pero la playa no estará abarrotada en absoluto.
Escalera de la Reina
En el complejo histórico Fort Fincastle de Nassau se encuentra este importante hito histórico.
Conocida por muchos como los “66 escalones”, esta escalera fue tallada a mano por unos 600 esclavos. Se necesitaron casi 16 años para terminar el proyecto.
Cuando la reina Victoria subió al trono, prohibió la esclavitud, por lo que en 1837 se le dio ese nombre en recuerdo de su legado.
Playa de Pink Sands
Con sus aguas azules y su colorida y azucarada arena fina, Pink Sands Beach es uno de los lugares más pintorescos de las Bahamas.
Estas insólitas playas son conocidas por sus preciosas arenas rosas, resultado de gránulos de coral rojo que se mezclan con la arena blanca.
No pierda la oportunidad de descubrir la playa de Pink Sands, un lugar famoso y seductor que atrae a turistas de todo el mundo, con sus impresionantes paisajes y su abundante vida marina.
Gruta Thunderball
Las islas Bahamas albergan el sistema de cuevas submarinas conocido como Thunderball Grotto. Es posible nadar, practicar snorkel y submarinismo en las aguas de este magnífico tesoro natural.
Nunca olvidará las especies de peces únicas y los corales de vivos colores que se esconden bajo una cueva iluminada de forma natural en medio del mar.
La escalada en las paredes interiores y exteriores de esta formación rocosa también es una experiencia divertida para quienes disfrutan con este tipo de actividades.
Este lugar se ha utilizado para varias producciones de Hollywood, incluida la película de James Bond “Thunderball” (1965), protagonizada por Sean Connery. Otras películas notables que se han rodado allí son “Into the Blue” y “Splash”.
El agujero azul de Dean
Tanto si se aloja en uno de los hoteles de la isla como si simplemente está de paso, la visita al Dean’s Blue Hole en las Bahamas es imprescindible.
En primer lugar, es el segundo agujero azul más grande del mundo, lo que lo convierte en un destino codiciado para los amantes del submarinismo y el buceo con tubo.
Cada año atrae a numerosos apneístas por su excepcional visibilidad y la ausencia de fuertes corrientes. A diferencia de otros agujeros azules situados en el mar, el Dean’s Blue Hole está situado en la orilla de la isla, ofreciendo unas aguas increíblemente tranquilas.
Ocean Hole, Eleuthera
Eleuthera cuenta con un inmenso agujero azul conocido localmente como Ocean Hole. Es uno de los monumentos más cautivadores de la isla. El gobierno lo declaró zona protegida en 1970.
Los lugareños consideran que este “Agujero del Océano” posee cualidades terapéuticas y se puede acceder a él a través de unos escalones excavados en el coral a lo largo de la costa.
Está permitido llevar comida para alimentar a los peces, pero no pescar.
Cueva de Hamilton, Long Island
Leonard Cartwright, propietario de Hamilton’s Cave, ofrece visitas guiadas a quienes deseen explorar las cámaras ocultas de esta extraordinaria maravilla natural.
Esta formación natural, el mayor sistema de cuevas de las Bahamas, presenta diversos niveles y terrenos, desde amplias cámaras a estrechos pasadizos. Una característica única es una parte de la cueva afectada por los movimientos de las mareas, junto a un manantial de agua dulce.
Además, en 1930 se descubrieron pruebas de la presencia de habitantes de Lucayan en esta cueva.