En el cambiante panorama laboral, el número de nómadas digitales sigue creciendo en todo el mundo, sobre todo después de la COP19. Europa y Estados Unidos son algunos de los destinos más populares para estos trabajadores remotos. Pero hay un nuevo lugar que se disputa su atención: Fukuoka, Japón.
El pasado octubre, Fukuoka acogió un evento promocional para nómadas digitales, que atrajo a unos 50 participantes de 24 países. Se alojaron en hoteles con espacios de co-working y disfrutaron de libertad para trabajar y socializar.
El programa de los participantes incluía interacciones con los lugareños para fomentar el intercambio cultural, como plantar plantas con los niños y aprender bailes tradicionales. Yokoyama Yuichi, funcionario municipal, destacó la energía de Fukuoka y la iniciativa de implicar a la población local para dar a conocer la ciudad en todo el mundo.
El nómada digital / youtuber Sergio Sala, que asistió al acto, destacó el atractivo de Fukuoka a través de sus vídeos, mostrando su mezcla de entornos urbanos y naturales y la comodidad de su compacto trazado urbano.
“Tenía grandes expectativas, ya que era la primera vez que venía a Japón, pero todo fue mejor de lo esperado. Llegué a entender la cultura porque pasé mucho tiempo con la gente del lugar, que me ayudó a traducirlo todo. El tiempo fue muy bueno en octubre”, compartió Sergio.
“Me sorprendió mucho lo fácil que era encontrar espacios de coworking y cafeterías para trabajar, el wifi es realmente rápido, y moverse por la ciudad es muy fácil una vez entiendes su sistema de metro” continúa Sergio.
Los nómadas digitales son un grupo demográfico atractivo para ciudades como Fukuoka. La Asociación de Nómadas Digitales de Japón calcula que, en la actualidad, unos 35 millones de personas viven este estilo de vida, cifra que se espera que aumente a 1.000 millones en 2030. Estas personas suelen tener ingresos superiores a la media y tienden a permanecer más tiempo en un lugar que los turistas típicos, por lo que su beneficio potencial para la economía local es mucho mayor que el del turista medio. Además, suelen trabajar como autónomos, lo que ofrece una mano de obra preparada para las nuevas empresas locales.
Sin embargo, es necesario abordar problemas como las barreras lingüísticas y la escasez de espacios de co-working, especialmente los abiertos por la noche. Yugyo, una empresa con sede en Fukuoka, está trabajando en estas cuestiones, y su representante Osera Ryo sugiere la colaboración con otras ciudades asiáticas para aumentar el atractivo de la región para los nómadas digitales.
En este contexto, el gobierno japonés, bajo la administración del primer ministro Fumio Kishida, está estudiando la introducción de un visado para nómadas digitales. Esta iniciativa refleja el cambio global hacia el trabajo a distancia y el deseo de exploración cultural. Si se introduce, el visado podría revolucionar el trabajo a distancia en Japón, posiblemente a partir del próximo año fiscal.
La Agencia de Servicios de Inmigración (ISA) participa en la redacción de este visado, que puede incluir disposiciones específicas para el visado y el estatus residencial adaptadas a los nómadas digitales. Además, se está estudiando la fiscalidad y la cobertura sanitaria de los titulares del visado.
Los esfuerzos pioneros de Fukuoka para atraer a los nómadas digitales y la posible introducción del visado en Japón representan un cambio significativo en el entorno laboral global del país. Japón está haciendo un esfuerzo único a nivel municipal para incluir a los nómadas digitales en los programas culturales e integrar a estos residentes internacionales de corta y larga duración en la comunidad local de forma reflexiva.
Con una mayor estructura de apoyo a su alrededor, es más probable que los nómadas digitales salgan de sus burbujas de trabajo remoto y establezcan nuevas conexiones locales. Estos movimientos podrían convertir a Japón en un actor clave en la creciente tendencia del nomadismo digital, ofreciendo nuevas oportunidades a los trabajadores remotos y a las ciudades que los acogen.