Debido a la afluencia masiva de sargazo, que ya se registra en zonas de Quintana Roo, particularmente en el municipio de Tulum, varios grandes hoteles de la Riviera Maya han comenzado la instalación de barreras de contención de sargazo. En este proceso, se están coordinando con la Secretaría de Marina y la Autoridad Portuaria.
De igual forma, la Secretaría de Marina (Semar) ha realizado las acciones correspondientes. En consecuencia, la Capitanía de Puerto en Playa del Carmen ha anunciado que a partir de ayer, jueves, comenzaron a desplegar una barrera de contención de sargazo de 1,480 metros, específicamente en las bahías de Chemuyil y Chemuyilito.
Estas medidas suponen una respuesta proactiva del sector hostelero local al reto medioambiental que plantea la creciente presencia de algas sargazo. La implicación de las autoridades marítimas subraya el esfuerzo de colaboración para abordar este problema con eficacia y mitigar su impacto en las zonas costeras de la región.
La autoridad ha lanzado una advertencia a la comunidad marítima, a los proveedores de servicios y al público en general sobre el papel crucial del buen funcionamiento de la barrera en esta zona. Se les ha instado a tomar las precauciones necesarias y a hacer un uso adecuado de los puntos de acceso. Además, se hace especial hincapié en no intentar franquear la barrera con embarcaciones para evitar posibles sanciones.
Además, según la Red de Monitoreo del Sargazo, los informes indican que la afluencia de sargazo no ha cesado en el litoral del noveno municipio, afectando principalmente las zonas de Xcacel-Xcacelito y Akumal. Esta es la razón por la que se está colocando la barrera cerca del Santuario de la Tortuga Marina, ya que es una de las zonas más vulnerables para la recolección de sargazo en tierra.
Por ahora, las autoridades no han facilitado información sobre si estas barreras se instalarán en otros lugares. Es importante recordar que la decisión depende de las condiciones meteorológicas imperantes, ya que sería inútil instalar una barrera en zonas con fuerte oleaje. Tales condiciones podrían provocar la rotura de la barrera, con los consiguientes impactos medioambientales de diversa índole.