El Primer Ministro de Portugal ha dado los primeros pasos para limitar el número de nómadas digitales que llegan al país. ya que los trabajadores locales están cada vez más descontentos con unas políticas que han contribuido a crear un grave problema de vivienda.
El Primer Ministro António Costa declaró en una entrevista a CNN Portugal que pretende abolir el sistema de residentes no habituales (RNH) el año que viene.
Según Deloitte, las personas físicas que se convierten en residentes fiscales en Portugal están sujetas a un régimen fiscal especial en virtud del programa NHR durante un periodo de diez años, de acuerdo con la normativa diseñada para acoger a empleados internacionales.
La mayoría de las personas con empleos de “alto valor añadido”, como médicos, ingenieros y periodistas, pagan un impuesto fijo del 20% sobre sus ingresos portugueses.
Esto contrasta con los ciudadanos portugueses, que pagan impuestos sobre la renta que oscilan entre el 14,5% y el 48%, según PwC. Costa ha admitido finalmente que este enfoque injusto perjudica más que beneficia a Portugal.
“Mantener esta medida para el futuro es prolongar una medida de injusticia fiscal que no está justificada, además de ser una forma sesgada de seguir inflando el mercado inmobiliario”, ha declarado Costa a la CNN.
Según él, la normativa seguirá en vigor para los visitantes que entren en el país antes de la fecha límite de 2024.
Lo que va a tomar su lugar, incluyendo nuevas formas de establecer la residencia fiscal en Portugal y nuevos tramos del impuesto sobre la renta una vez que lo hacen, se desconoce.
Fortune’s informe sobre el impacto de la nueva normativa en los nómadas digitales no ha recibido respuesta del Gabinete del Primer Ministro. Además, sigue habiendo incertidumbre sobre las posibles implicaciones de esta alteración de la normativa sobre el visado para nómadas digitales, que se introdujo justo el año pasado.
Los extranjeros de fuera de la UE o del EEE pueden solicitar un visado de trabajo de 12 meses con el visado D8 si ganan al menos 2.800 euros (unos 2.930 dólares) al mes. Las nuevas normas para las personas sin residencia permanente también pueden afectar a los trabajadores temporales, ya que estas personas suelen pagar impuestos en sus países de origen.
Debido a este cambio, a los trabajadores emigrantes bien pagados les resultará menos atractivo vivir en Portugal. Desde el inicio de la pandemia COVID-19, miles de nómadas digitales han llegado al país para aprovechar las nuevas oportunidades de trabajo a distancia.
Según los datos de la Nomads List citados por Politico, 15.800 nómadas digitales llamaban a Lisboa su hogar en diciembre de 2017. Según la Agencia Portuguesa de Inmigración y Fronteras (SEF), entre 2018 y 2021 habrá un 45% más de residentes extranjeros en Portugal.