Es sabido que en las calles de Bangkok abundan las tiendas que venden artículos y recuerdos populares, llamativos y asequibles para el bolsillo. Sin embargo, por ahora no hay quien los compre.
La pandemia de coronavirus ha marcado un impacto devastador en los viajes, y la OMT estima que el turismo internacional podría descender hasta un 80% este año en comparación con 2019, poniendo en riesgo al menos 100 millones de puestos de trabajo.
En Tailandia, donde el turismo representa el 18% del PIB del país, la Autoridad de Turismo prevé que el número de visitantes descienda un 65% este año.
Muchos comerciantes tailandeses luchan por llegar a fin de mes. Antes de Covid-19, muchos de ellos tenían buenos ingresos, pero ahora, sus ganancias son extremadamente escasas.
Con tanto en juego para los medios de subsistencia y las economías, los países de todo el mundo están pensando en nuevas formas de mantener a flote los negocios turísticos.
Nueva Zelanda y Australia se han comprometido a crear una “burbuja de viajes” que permitiría las visitas entre ambos países, una vez que sea seguro hacerlo. China ha empezado a permitir los viajes internos, aunque sus fronteras siguen cerradas para la mayoría de los extranjeros. Tailandia está estudiando la posibilidad de crear complejos turísticos especiales que funcionen también como zonas de cuarentena.
Sin embargo, los expertos advierten que, incluso con nuevas iniciativas, podrían pasar años antes de que los viajes vuelvan a los niveles anteriores al 19-C. E incluso cuando ocurra, la gente podría no volver a viajar de la misma manera.
El futuro del turismo está en las burbujas regionales de viajes.
En Europa, Estonia, Letonia y Lituania han anunciado planes para abrir sus fronteras interiores a los ciudadanos de los tres países a partir del 15 de mayo.
Para la mayoría de los países, permanecer aislados no es una opción viable, y los expertos predicen que es sólo cuestión de tiempo que otros países creen sus propias burbujas de viajes.
Vietnam y Tailandia también se plantean crear un corredor de viajes en los próximos meses, según Mario Hardy, director ejecutivo de la Asociación de Viajes de Asia y el Pacífico (PATA), organización sin ánimo de lucro con sede en Tailandia.
También podrían ponerse en marcha acuerdos similares en Europa y Norteamérica.