La hermosa ciudad de Sevilla no es sólo la mayor del sur de España, sino que también es famosa por su baile flamenco y sus inconfundibles estilos arquitectónicos. Es uno de los destinos más fascinantes para visitar en España, ya que se supone que fue construida por el mismísimo Hércules. Además, debido a su rica historia, a los visitantes nunca les faltarán cosas que hacer en esta ciudad, ya que ofrece una gran variedad de atracciones. La ciudad, centro administrativo de Andalucía, ha sido sede de dos Expos (exposiciones internacionales, a menudo conocidas como Ferias Mundiales), la Expo de 1929 y la Expo de 1992.
Los retratos tradicionales de Sevilla incluyen el barrio marinero de Triana, La Macarena, Santa Cruz y San Bartolomé, la calle de Las Sierpes, así como la plaza de toros de La Maestranza, el Parque de Mara Luisa y los paseos junto al río. He aquí algunos lugares de visita obligada en los alrededores de esta impresionante ciudad.
Calles emblemáticas
En el barrio de Triana, la fotogenia de la calle Betis es inigualable. Cuenta con terrazas donde relajarse tomando algo mientras se contemplan los monumentos emblemáticos de la ciudad. Al otro lado del río se encuentra el Paseo Colón, repleto de tiendas de restauración, decoración del hogar y ropa local. En el barrio de Santa Cruz, las calles Judera y Callejón del Agua son de visita obligada. El aroma de los parterres locales le envolverá mientras pasea por estas calles.
Puente de Triana
Conectando el barrio de Triana con la ciudad de Sevilla, este magnífico puente fue bautizado originalmente como Puente de Isabel II. Se trata de una de las postales más conocidas de la ciudad, con la Giralda al otro lado y la calle Betis a un lado. El puente cruza el Canal de Alfonso XIII, uno de los brazos del río Guadalquivir que aíslan a Triana como una casi-isla.
Catedral y La Giralda
El propósito de los sevillanos en el siglo XIV era construir una iglesia tan enorme que todo el mundo “pensara que estaban locos”. El resultado fue esta magnífica catedral dorada. Y ahora sigue siendo la catedral gótica más grande del mundo. ¿Por qué ir? Explore el Patio de los Naranjos y la Tumba de Colón (otra cosa es que contenga sus restos). Después, suba al campanario de la Giralda para contemplar el paisaje.
Maravíllese ante el Real Alcázar
El Alcázar, con más de mil años de historia, es el palacio real más antiguo que se conserva en Europa. Bajo el reinado de los reyes castellanos, el antiguo castillo abadí se transformó en una opulenta residencia real. Es un lugar de una belleza impresionante, adornado con azulejos de ricos colores en el interior de las paredes y con elaborados techos que parecen hechos de azúcar hilado. Sus encantadores exteriores incluyen fuentes tintineantes y cuidados jardines. Si puede, asista aquí a un concierto de verano.
Deleite su paladar con una ruta de tapas
Con un viaje gastronómico centrado en Sevilla, podrá experimentar la dulce vida mientras degusta desde tapas y vinos tradicionales hasta cocina andaluza tradicional que explota de sabor a cada bocado. Elija entre recorridos de tres, cuatro o cinco horas de duración que le llevarán por bulliciosas calles de la ciudad, pasadizos secretos y mercados locales, al tiempo que le ofrecen numerosas oportunidades para detenerse y degustar la cocina en cada lugar.
Visita a la tumba de Cristóbal Colón
Colón fue quien inició la colonización del Nuevo Mundo, a pesar de que cada vez hay más pruebas de que otros europeos llegaron a América antes que él. La Catedral de Sevilla alberga la tumba de Cristóbal Colón. O el lugar que se supone que es su tumba tras el regreso de sus restos del Nuevo Mundo. El catafalco de la Catedral es una bella obra de arte en sí misma. Los cuatro monarcas de España -Castilla, León, Navarra y Aragón- portan el féretro de Colón. Cada uno de ellos viste una túnica con el escudo de uno de los reinos que componen España.