Los turistas de la región portuguesa del Algarve empezarán a pagar una tasa de 2 euros por noche, medida que entrará en vigor en los próximos días.
Los medios de comunicación locales de Portugal informan de que la tasa de 2 euros es aplicable durante la temporada de verano y se espera que recaude hasta 300.000 euros anuales, mientras que durante la temporada baja, que incluye el periodo entre noviembre y marzo, la tasa será de 1 euro por noche, informa el sitio web Schengen Visa.
Se aplican algunas exenciones a los visitantes, como los menores de 16 años y los que pasen más de cinco noches en el lugar de alojamiento designado.
Esto indica que cada turista pagará un máximo de 10 euros, teniendo en cuenta estos criterios.
La tasa turística es una contribución que los turistas dejan en la zona para minimizar su huella, señaló el alcalde del Algarve, António Miguel Pina.
Según el alcalde Pina, esta decisión se ha implementado en un esfuerzo por diferenciar el perfil turístico de aquellos que siempre eligen esta zona local para pasar sus vacaciones, que suelen ser familias con niños.
El municipio aprobó la medida el mes pasado, y una vez que se publique en el Diario de República, comenzará a aplicarse.
De este modo, Olhao se convierte en el tercer municipio de la región que cobra a los turistas por pernoctar, por detrás de Vila Real de Santo Antonio y Faro.
La Mancomunidad Intermunicipal del Algarve (AMAL) ya había dado luz verde a la aplicación de una tasa turística idéntica de 2 euros, teniendo en cuenta las propuestas presentadas por las dos mayores asociaciones hoteleras de la región, así como por la Oficina de Turismo del Algarve (RTA).
La Camara de Olhao prevé utilizar el 50% de los ingresos acumulados por la nueva tasa para minimizar los efectos de la presión turística, concretamente en términos de limpieza y aumento de la seguridad.
Recientemente, los propietarios de alojamientos han protestado en Lisboa, expresando su malestar por el nuevo paquete legislativo, que incluye medidas como el arrendamiento forzoso de casas vacías y la suspensión de nuevas licencias de alojamiento local.
Aunque el país ha experimentado una fuerte recuperación del turismo, se espera que tenga que hacer frente a las huelgas, previstas para los próximos fines de semana de mayo y junio.
Más concretamente, los inspectores del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) protestaron durante cinco horas, de las 5 a las 10 de la mañana del fin de semana, y señalaron que la huelga continuaría los próximos fines de semana, pero que no pretendía interferir en el horario de los vuelos.
Los inspectores protestan por el futuro del servicio del SEF, que peligra después de que el Gobierno aprobara, el 6 de abril, el decreto-ley que establece el régimen transitorio para los trabajadores del SEF tras el proceso de reestructuración.