Más de una docena de turistas subieron a la cesta del globo aerostático para disfrutar de unas impresionantes vistas del paisaje lunar de la provincia turca de Capadocia.
El propietario del globo, Mehmet Halis Aydogan, declaró que los paseos en globo aerostático están al completo y que se alegra por ello. Es uno de los cerca de 140 que ocuparon el cielo todos los días de este mes.
Tras dos años de interrupción y parón inducidos por el coronavirus, el turismo en Capadocia, al igual que en el resto de Turquía, se encamina hacia un año récord, apoyado en gran medida por la caída del valor de la lira, que ha convertido a Turquía en un destino vacacional poco caro en comparación con sus competidores europeos.
El número de visitantes extranjeros aumentó un 53% interanual durante el mes de julio, según datos del Gobierno. La floreciente temporada turística estival supone un alivio muy esperado no sólo para el comercio local, sino también para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y sus ejecutivos, que se esfuerzan por ingresar la mayor cantidad posible de divisas para reforzar la economía del país.
La creciente factura de las importaciones de energía, instigada por el aumento de los precios mundiales a raíz de la guerra de Ucrania, ha provocado una desigualdad cada vez mayor entre las importaciones y las exportaciones de Turquía. Esto ha creado una presión sobre la lira, que ha bajado de un tipo de cambio de alrededor de 8,6 por dólar un año antes a más de 18 en la actualidad, agotando las reservas de divisas de Turquía.